95 ANIVERSARIO | TENEMOS QUE RECUPERAR LA MISTICA
Entrevista con el Dr. Víctor Benavides
“Los geólogos peruanos tenemos el enorme privilegio de tener un país geológicamente maravilloso y absolutamente diverso a una escala no conocida en el mundo. Tenemos rocas de todas las edades y de todo el espectro geológico: sedimentarias, ígneas y metamórficas. De otro lado, tenemos todos los estilos estructurales; estructuras causadas por extensión, es decir normales, o por compresión, es decir inversas y transcurrentes”, dijo con emoción el Dr. Benavides.
Continuó señalando que gracias a toda esta megadiversidad de rocas, tenemos la presencia de otra gran variedad de depósitos minerales, desde los metales base, hasta los metales preciosos, oro, plata etc. Y también los hidrocarburos, tanto en el mar como en el Oriente amazónico. Al mismo tiempo, tal megadiversidad implica la exposición a grandes peligros geotectónicos tales como terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, aludes, aluviones y deslizamientos de tierras.
“Hace 95 años tuvimos gente brillante, muy iluminada, que vio claramente todo esto, proyectándose al futuro y a la necesidad de tener una “sociedad geológica” para discutir, conversar, publicar y desarrollar nuestra geología. Me refiero en especial, a Carlos Lisson, el fundador y a Jorge Broggi –que fue el alma de la SGP-. Ambas personalidades fueron de nivel internacional; Lisson por el alcance mundial de sus investigaciones paleontológicas y Broggi, no sólo por sus preocupaciones geológicas sino también por su actividad promotora, que lo llevó a recibir la exclusiva “Medalla de La Libertad”, otorgada en forma muy extraordinaria por el Congreso de EEUU–. Así se fundó la Sociedad Geológica del Perú”.
El Dr. Benavides mostró el Boletín Nº1 de la SGP de esos años –que atesora con mucho cuidado en su biblioteca–, destacando que, en los estatutos de la institución se indica claramente, que ‘la Sociedad Geológica tendrá como órgano de publicidad un boletín que se denominará Boletín de la Sociedad Geológica del Perú y que aparecerá por lo menos una vez al año’.
“El acta fundacional de nuestra institución, establece esa obligación, pero hace unos cuantos años que no se publica”, dijo, agregando que esto se ha dejado a pesar “del enorme esfuerzo con que logramos publicar hasta hace unos cuatro años. Inclusive hay años en los que se publicaron más de dos o tres boletines algunos de los cuales con más de 800 páginas”.
Y continuó señalando que el Articulo 16 del Estatuto señala que “la Sociedad fomentará excursiones de carácter geológico y el directorio queda obligado a realizar por lo menos dos al año. Pero no se hace, no se cumple con el estatuto”.
Desde el lado administrativo, el Dr. Benavides recordó que todo ese trabajo lo realizaba la Junta Directiva con una señora que era la secretaria con multifunciones. “Los fondos provenían de las cuotas de los asociados y luego de algunas empresas que contribuían. Con eso se publicaba el Boletín. La Junta Directiva revisaba los manuscritos, los preparaba para su publicación, incluyendo las necesarias correcciones editoriales y luego supervisaba y financiaba la impresión. Todo eso lo hacíamos nosotros, ad honorem. Hoy nadie quiere hacerse de ese trabajo”.
Actualmente, el Dr. Benavides escucha los argumentos que le dicen que ya estamos en el mundo digital y que se acaba el mundo impreso, a lo que replica, que “no hay ninguna sociedad geológica importante en el mundo que haya dejado de publicar en impreso. En EE.UU., AlemanIa, Francia e Inglaterra, así como nuestros vecinos Brasil, Colombia, Chile y Argentina, todos siguen publicando en físico cada vez más y nosotros no. Se ha perdido la esencia, se ha perdido la mística”.
Pero además, para el nonagenario geólogo, la publicación física no es importante sólo por ser un registro del avance del conocimiento geológico del país, sino porque es un principio de intercambio. “Si publicamos y distribuimos nuestro Boletín de la Sociedad Geológica del Perú y lo mandamos a Colombia o Alemania, ellos nos mandan el suyo. Es un medio para obtener todas las publicaciones del mundo que uno quiera. Ahora ya no se puede hacer porque en el exterior piensan que ya se acabó”.
Recordó que antes la biblioteca de la SGP funcionaba muy bien. “Se recibían las publicaciones, se guardaban y se les mantenía. Había una persona encargada y los estudiantes la utilizaban. Tenían una sala grande en Arnaldo Márquez y siempre había gente consultando los libros. Ahora los libros están arrumados, es una pena, se están malogrando y no se están poniendo al día”.
El sueño del local propio
Tema aparte y de gran preocupación fue siempre el de tener un local propio. “Al principio estábamos alojados en una oficina del Instituto Nacional de Investigación y Fomento Minero, predecesor del actual INGEMMET y ahí comenzó a funcionar la biblioteca. Muchos años después, a finales de los años 50, el Ministerio nos dijo que teníamos que salir y entonces nosotros estábamos arrastrando los pies, hasta que un día nos puso en la calle. Ahí surgieron las figuras de Alberto Giesecke y Rosalvina Rivera. Giesecke, quien junto con Broggi crearon el Instituto Geofísico del Perú, nos recogió prácticamente de la calle y nos alojó temporalmente en una casa suya en Jesús María”.
Estuvieron ahí poco tiempo. Por entonces empezaron a tener un poco más de fondos propios y con un préstamo de Alberto Giesecke, compraron el local en la calle Arnaldo Márquez, también en Jesús María. “Funcionaba muy bien; teníamos la biblioteca y comenzamos a organizar los congresos, el primero fue en 1947 y el segundo, bajo mi presidencia, en 1950. Al finalizar este Segundo Congreso tuvimos un superávit importante: S/. 27,821 y US$ 89,136. Entonces yo propuse que ese dinero se pusiera en un fondo intangible dedicado a la compra del local propio. Pensamos que el local de Arnaldo Márquez no era suficiente y pensamos buscar un local más adecuado. Es así que comenzó a juntarse el dinero, que era el superávit que dejaban los congresos. Finalmente, la asamblea y la Junta Directiva decidieron comprar el local que tenemos ahora, vendiendo Arnaldo Márquez, más el dinero que teníamos, y obteniendo préstamos para hacer la construcción”.
Cuando se empezaron a realizar los congresos de geología, la propia Junta Directiva los organizaba, cuenta el Dr. Benavides. “Nombrábamos a un miembro de la junta directiva como Presidente del nuevo congreso. Se buscaba un local apropiado que nos aceptase de manera gratuita, como una universidad o similar. Y al final se publicaba un volumen con los trabajos presentados al Congreso”.
Por cierto que no todo es crítica. Para el Dr. Benavides, la SGP ha avanzado mucho, especialmente en brindar varias conferencias mensuales y eso convoca a los profesionales y a los debates. Igualmente, los congresos de geología han progresado y son muy buenos, “lo único malo es que no se publican los estudios ni los análisis que se dan durante el Congreso”, dijo.
Y a su juicio, también se ha dado “un avance inmenso con el nuevo local; es muy bueno, muy decente, pero también tiene sus fallas. No hay estacionamiento adecuado y no hay biblioteca”.
Comparándonos con otras sociedades que son símbolos de cómo debemos de ser, el Dr. Benavides mencionó a la sociedad geológica de EEUU, “que es una maravilla”; igual que la sociedad geológica de Londres o, la sociedad geológica de Francia. “Todas publican mucho, organizan congresos, ofrecen simposios, convenciones, viajes y nosotros no hacemos nada de eso, pero lo hacíamos antes”.
“Yo pienso que se ha perdido la mística y que ahora ya es una labor más burocrática, menos académica, menos preocupada por el avance geológico. Necesitamos un cambio de mentalidad. No veo que estemos empeñados en tener una sociedad que sea comparable con sus similares. Antes éramos los segundos o terceros en toda Sudamérica. Hoy ni nos comparamos con Chile, Brasil, Colombia, o Argentina”.
¿Cómo se puede corregir?
“Tiene que volver la pasión por estar al día con el conocimiento geológico y el conocimiento y puesta en valor de la geología peruana. Hoy en día el INGEMMET está llenando gran parte de ese vacío y lo está haciendo muy bien. La gente que se elige para la Junta Directiva debe estar comprometida con la ciencia, con la Sociedad Geológica y con el Perú”.